La Dark Nice (Creepypasta)

                                                                                                                  

Puedo recordar acercarme a ese espejo de mi cuarto, era rectangular, de cuerpo entero y con las esquinas redondeadas.

Su marco era de maderas rojizas, estaba algo roto.

La sala era oscura, impenetrable para la luz, que sólo se reflejaba en el espejo y encontraba camino desde el único ventanal sin cortinas, para reflejarse en un jarrón de la mesa y acabar disipándose en la pared, donde se encontraba el radiante espejo.

Si mal no recuerdo puse la mano en el cristal porque creía haber visto algo cambiar en su superficie.

Cuando me asomé el pelo se me puso de punta y un escalofrío recorrió mi piel.

¿Aquello era mi reflejo o la imágen del mal encarnado?

Una criatura con mi misma apariencia pero cubierta de sangre me observaba siguiendo mis movimientos.

Tenía mi cuerpo, todo, pero su pelo era más espeso y parecían alfileres dispuestos a clavarse en la piel.

Sus ojos eran oscuros, de los cuales salía sangre a modo de lágrimas, se puede decir que lloraba sangre.

Sin vida los vi cuales cuencas vacías porque deduzco que ojo debajo no había al fijarme que tanta sangre cayese.

Esos colmillos que solo existen en las peores pesadillas y esa sonrisa macabra dispuesta a desgarrarte la garganta sin compromiso, sin pedirlo.

Me quedé petrificada, sus orejas, nunca las vi tan largas y tan puntiagudas, nunca vi mi pelaje tan oscuro.
Ese rojo fluorescente, esas roturas en su cuello y brazos.
Tenía heridas en todo el cuerpo, parecía como si hubiese estado en una brutal batalla.
Justo cuando estaba más distraída vi como la mano de esa criatura infernal se acercaba al borde del espejo iniciando un movimiento de salida, pude notar su mano asomando rompiendo todas las leyes físicas para comenzar a salir del espejo con una ligera honda.

- ¿Acaso tienes miedo Nice?
Lástima, por que ésto es lo que eres. - dijo con voz de ultratumba entre carcajadas.



En ese momento el miedo un acto reflejo debido al terror sufrido hizo que rompiera el espejo al empujarlo hacia atrás.
Los miles de pedazos dieron paso a una niebla densa que se extendió en el ambiente al ser el objeto rojo, y en medio del pánico una última frase venida como desde el más allá:
- JAJAJA VOLVEREMOS A VERNOS MÁS PRONTO DE LO QUE CREES NICE, VIVO DENTRO DE TI Y NO VAS A PODER LIBRARTE DE MI. No olvides, Dark Nice te va a perseguir. - rió con fuerza desapareciedo con la oscuridad.
El cuarto se quedó tranquilo, el espesor del ambiente ya no se notaba tanto, los reflejos volvieron, todo volvió a su calma, pero esa mala sensación nunca desaparece.

No sería la última vez que la vería como ella dijo.
La siguiente aunque no lo crean fué para salvarme, pero no fué sino una salvación debido a ser una unión simbionte, Dark Nice necesitaba mi cuerpo para poder ejecutar sus macabras acciones, yo era su marioneta, sin saberlo.
No podía exterminarme mientras siguiese encerrada dentro de mi, pero ¿por cuánto podría encerrarla?

Sentía algo grande dentro de mi, una fuerza que no podía explicar, lentamente se fue disipado tras el enfado y el sabor de la derrota.

No supe explicar la extraña sensación que rondaba mi cuerpo, en ese momento todos los fracasos que sufrí a lo largo vinieron a mi mente, un calor ardiente invadió mi alma - afirmó Nice intentando describirlo.

Noté en la nuca el arduo pesar de los recuerdos de mis derrotas y ahí lo supe:

Quería acabar con todo e impulsada me puse de pie airada sosteniendo mi mano atrás. Solo, quiero...

Agarré tierra del suelo rabiada, mi postura fue claramente estable al compensar mi apoyo, notaba cómo el aire acariciaba mis cabellos y mantenía mis orejas atrás. Estaba llena de sangre y mi pelaje oscurecido por el fragor de la batalla, mis patas temblaban al notar el dolor de las heridas profundas. 

Entonces abrí la boca para esbozar un grito, un grito tan fuerte que los cristales de aquella sala de espejos rompieron.

Esa sensación, como si algo se separara de ti, nunca la olvido.

La vi salir de mi cuerpo como un vendaval, corrijo, no puedo decir la vi, porque ese ser, era yo.

Contemple como una forma humeante de colores oscuros, apagaban los reflejos de los espejos del lugar.

En ese momento me pregunté cómo había sido tan irresponsable como para crear tanto poder y dejarlo ir de mi cuerpo, pero no lo vi tan grabe hasta que fue demasiado tarde para remediarlo.

Era aquella criatura que había visto días antes encerrada en ese espejo.

Tengo que afirmar que me dio miedo observar mi propio reflejo cuando macabro como lo vi en aquel momento, nunca me sentí orgulloso de haber desencadenado tal atrocidad.