Realmente el camino es largo y costoso de realizar, me he encontrado piedras en el camino con las que antes no me importaba tropezar por no saltarlas, me he puesto las pilas, por una vez puedo decir que hago todo lo que se encuentra en mi mano para salir adelante.
Cada paso que doy salto pero, vuelvo a tropezar, las piedras ya son muy grandes para mis intentos de saltarlas, ahora solo queda entrenar el salto.
No entiendo porqué me cuesta tanto hacer las cosas que los demás hacen sin esfuerzo, mi esfuerzo duplica la causa.
La gente me pregunta si me encuentro bien, y yo se que por mucho que diga que si siento un vacío, pero no señores no es por amor, sino porque me he sentido derrotada, con sed de la vida, que poco sentido me aporta.
No he comprendido bien porqué las cosas se me hacen cuesta arriba.
Rendirse sería demasiado fácil, por eso intento mejorar cada día.
Y no veas lo que me cuesta.
A veces siento que necesito ayuda, pero no la pido, nunca la he pedido, si me tengo que hundir en mi miseria me hundo yo, no necesito que nadie se hunda por mi.
Me suelen decir que pida ayuda, que diga lo que me pasa, pero prefiero no ocasionar esos problemas, y es cierto, no sé pedir ayuda.
A veces las cosas sientan mejor si las haces tu mismo, no es fácil, pero tantos años tan dolorosos pidiendo auxilio me han enseñado que incluso yo puedo fallarme, ya sea por abandono o por imposibilidad para ver la luz en los asuntos.
Puede que no sea tan fuerte como me ven, puede que solo sea el muro que mi alma se ha impuesto para protegerme del dolor.
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